Vigo sin muelles (1932)

El Año que Vigo se quedaba sin muelle's

La imprevisión, la fatalidad o lo que sea, planteó en Vigo un gravisimo problema que exigía una inmediatamenta solución.
En ese momento Vigo, catalogada como la ciudad marítima mas importante de Galicia y una de las mas importantes de España, no tenía muelles.
El de Comercio acababa de hundirse en parte y lo que queda en pie era un trozo muy pequeño y ofrecía tan poca seguridad que cada metro cuadrado solo podía resistir un peso tan insignificante que resultaba ridículo para una obra destinada a tal objeto.
El muelle transversal, se había hundido antes de ser inaugurado, y estaba en tan deporables condiciones que su existencia, y su destrucción completa suponía una catástrofe, dependía de un azar sobre el cual no puede cimentarse una explotación sólida y prudente. Un corrimiento de arenas, un fuerte temporal, cualquier agente natural que opere sobre su constitución sin firme base, podía sepultarlo en el mar fulminantemente. No se podía contar pues con el muelle transversal.
Y el flamante muelle de la Ribera , muy bueno pero tal vez insuficiente para todo el tráfico portuario vigués, carecía del utillaje necesario. Los vapores, por su altura, no podían efectuar en él las descargas con sus medios.
Y no hay mas muelles. El nonato de trasatlánticos tenía que ser modificado, lo cual era obra de años. Tampoco valía para el tráfico derivado del cabotaje.
En resumen, a Vigo se le presentaba el problema de tener que presenciar como el tráfico era derivado a otros puertos de galicia, incluso fuera de galicia. La situación era tan grave que no podía ser presenciada con indiferencia. No se sabía si el gobierno se interesaba o no a fondo con el asunto. Se trataba de un puerto en marcha, de una vida en su plenitud que no podía suspender ninguna de sus funciones sin peligro de morir.
Aquellas viejas maderas del muelle de comercio eran un torrente de oro, en ellas atracaban, cargaban y descargaban grandes barcos de transportes de mercancías. Bacalao seco de Escandinavia, las manufacturas Norteamericanas, unos doscientos hombres, fuertes y curtidos,  se encargaban de esas tareas, de acomodar en la panza de los buques los géneros, y el equipo de tierra su transporte. Su jornal no era exceso, doce Pesetas por la jornada de ocho horas y tres pesetas por cada hora extraordinaria. Las exigencias críticas del mercado ocupaban unos tres o cuatro dias de trabajo a la semana. Siempre alegres, contentos con su trabajo, y atentos a sus tareas entre los ruidos de cadenas y flejes. Daba igual que hiciera mucho calor o frío, lluvia, cargaban grandes cajas, tones, sacos.. con ayuda de las gruas. 


Año 1934, 10 Septiembre
A las 10 de la mañana, hora en la que había mas tráfico de mercancías.. se hundía el muelle de madera.
Al lugar del suceso acudieron las autoridades y númeroso público curioso.
Se hundía una parte del muelle y arrastró siete vagones cargados de maiz y arroz, y gran cantidad de mercancías. En ese momento se hallaban atracados los vapores "Romeu" y "Cabo Blanco", y centenares de obreros se dedicaban a los trabajos de carga y descarga, de repente se oyó un fuerte crujido de maderas.. 
Varios de los obreros comenzaron a dar la voz de alarma y rapidamente sin darles tiempo a ponerse a salvo, se hundió todo el brazo izquierdo del muelle que se hallaba repleto de mercancías. Una gran grúa de la junta de obras del puerto sirvió de contención, dando unos segundos de tiempo a los obreros y refujiarse en ella, pero muchos no llegaron y fueron arrastrados entre las maderas y los bultos.
A pesar de la rapidez con la que se produjo el accidente, no ocurrió una verdadera catastrofe, que pudo ser peor, ya que minutos antes se habían visto varios bañistas y pescadores en esa zona del muelle hundido, por lo que la confusión era extrema, no se sabía si había mas victimas. El vapor "Moncho" , que estaba allí hizo maniobras de acercamiento y recogió a cinco obreros que corrían peligro. Al muelle acudieron las autoridades de marina y los buzos, que inmediatamente practicaron trabajos de reconocimiento y salvamento. Las perdidas eran considerables.
El accidente fué objeto de muchos comentarios. Hacía muchos meses que se temía el hundimiento del muelle, por el estado de abandono en el que este se encontraba el muelle, a pesar de su importancia como puerto de Vigo.
Se desconocía el paradero de un obrero y se temía varias muertes mas. El listero (persona que repasaba la mercancía) no abandonó la lista de mercancías que tenía en la mano al producirse el hundimiento. Los buzos trabajaron desde el primer momento. Sobre la superficie del agua flotaban numerosas mercancías.

 
Aspecto del muelle de Comercio tras su hundimiento.


 
Fotos de las mercancias y público viendo las labores de salvamento.


 
El muelle arqueado por un extremo, junto a vagones, mercancia y gruas (Foto: Pacheco)


 
Aspecto de las aguas, sembradas de mercancías (Fotos: Pacheco)

Fuentes: D.L., L.V. (Madrid), V. G.

Comentarios

  1. Ya entonces se acusaban de si era cosa de la Zona PreFranca, que si el HayUntamiento... un lio...

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